La búsqueda de la felicidad ha sido siempre una de las obsesiones del ser humano. Nos pasamos la vida intentando alcanzar la felicidad, aunque no llegamos a comprender qué es. ¿Un sentimiento, un concepto, un estado? Hoy vamos a ponernos filosóficos y hablaremos sobre por qué buscamos la felicidad. 

¿Qué es la felicidad?

La felicidad es un estado de satisfacción y positivismo en el que nos sentimos plenos, afortunados y llenos de vida. Es una experiencia maravillosa que nos ayuda a apreciar la belleza de la vida y estar presentes.

Sin embargo, no es alocado decir que hallar la felicidad es difícil. Aún nadie ha encontrado la fórmula absoluta para vivir en felicidad. ¿Será que es difícil ser feliz?

¿Es difícil ser feliz?

La dificultad no se encuentra en saber si lo es o no. La dificultad radica en que, cuando nos ponemos como meta la felicidad, nos estamos tendiendo una trampa a nosotros mismos y puede que nos alejamos más de ella. Pensamos que la felicidad es el objetivo de la vida, cuando realmente la felicidad es solo una de las muchas experiencias que venimos a disfrutar a diario.

Cuando nos fijamos como meta la felicidad pensamos que el Creador nos ha puesto en la tierra para ser felices. Este es un pensamiento peligroso, principalmente porque, si no lo somos, podemos llegar a echarle la culpa al Universo o a otras personas de nuestro emocional y a desconectarnos de la fuente.

Por eso, para comprender por qué buscamos la felicidad, antes debemos comprender que la felicidad no es la meta final, sino una forma de vivir. Un estado emocional que nos atrae más que el resto por su promesa de plenitud. Está bien ser feliz, pero no podemos esperar que sea un estado infinito. Eso no es equilibrado. La verdadera felicidad reside en la búsqueda de la paz interior.

¿Qué es la paz interior?

La paz interior es el equilibrio entre la felicidad y la tristeza, un estado que se puede sostener, porque está en armonía con el universo. 

La paz interior es la aceptación de uno mismo. El abandono del deseo de buscar un estado continuo de felicidad que nunca se cumple y empezar a disfrutar dentro de nuestro auténtico ser cada momento de nuestra vida. La paz interior es la realización de que la vida no nos llevará a ninguna meta, porque la meta es la propia vida. 

La paz interior nos abre los ojos a una verdad incuestionable: estar vivos es la razón en sí misma para ser felices. No se trata de perseguirla, ni de fantasear sobre lo que seríamos, viviríamos o tendríamos si fuéramos felices. Se trata de comprender de una vez para siempre que la felicidad depende de lo que sucede de piel para adentro, mucho más de lo que ocurre de piel para afuera.

Hábitos para ser más felices

Como ya hemos dicho, la felicidad no es una meta. Lo que debemos buscar es realidad, es alcanzar el equilibrio diario entre felicidad y tristeza. Aquí te dejamos unos hábitos que puedes practicar para sentir más “felicidad” en tu vida cotidiana.

  1. Agradece

Pasamos tanto tiempo ‘hundidos’ en nuestros problemas que no nos damos cuenta de que realmente éstos son señales de que estamos aquí, vivos. Si rechazas tus problemas es como si rechazaras la vida. Así es; agradecer lo que tienes, incluyendo tus problemas, es un hábito que te llevará a ser más feliz.

La gratitud es el camino hacia la salud, felicidad y éxito pues enfoca nuestra atención a lo que tenemos y no a lo que ‘nos hace falta’. Se trata de darte cuenta de la abundancia dentro de los placeres simples y aprovechar las oportunidades que se nos presentan.

Esta es una pequeña meditación para practicar la gratitud. Puedes repetirla durante 21 días para crear el hábito de agradecimiento. 

1° Busca un lugar cómodo. Siéntate en la postura que prefieras y te ayude a sentir relajación.

2° Cierra los ojos y comienza a realizar respiraciones profundas. Hazlo a tu propio ritmo, sin tensión ni prisa. Observa tu cuerpo relajarse más y más. 

3° Siente como el aire que inhalas limpia tu cuerpo y se libera con cada exhalación. Si te distraes con algún pensamiento, no te preocupes, solo vuelve a concentrarte en tu respiración

4° Cuando te sientas completamente relajado centra tu atención en la gratitud. 

Recuerda 3 razones por las que estar agradecido con tu vida. Pueden ser personas, situaciones, cosas o momentos. Nombrarlas de a una y revive el sentimiento de felicidad que te generan.

5° Antes de terminar, repite tres veces: gracias, gracias, gracias. Vuelve a realizar 5 respiraciones profundas y cuando lo sientas, abre tus ojos.

  2. Sonríe

La gente con una sonrisa genuina es más feliz en la vida. Este es uno de los hábitos que te permite encontrar tu parte emocional, mental y espiritual con tan solo sonreír.

La fisiología de nuestros cuerpos dicta la psicología de nuestras mentes. Cuando fruncimos el ceño o hacemos algo con nuestro cuerpos que indica depresión, nuestra mente lo toma en cuenta y lo hace realidad. Pero, cuando sonreímos sucede todo lo contrario. 

  3. Ejercítate

Uno de los mejores hábitos en la vida es hacer ejercicio diariamente. No solamente te sentirás físicamente mejor, también estarás más motivado y tendrás más claridad mental. Está comprobado que ejercitarse aumenta los niveles de serotonina, encargada de regular nuestro estado de ánimo y conocida como “el neurotransmisor de la felicidad”. Un consejo: ejercítate a diario, te sentirás muy bien luego de hacerlo.

  4. Aprende algo nuevo

Edúcate y aprende algo distinto todos los días. Puede ser desde un idioma o una nueva habilidad. Dedícale una hora o un par de minutos hasta que se vuelva un hábito. Saber más siempre nos hace más felices, nos hace abrir los ojos a nuevos mundos.

  5. Ayuda a los demás

Ayudar a los demás siempre nos saca de nuestra propia cabeza y nos hace darnos cuenta de que hay alguien más ahí afuera. Es una de las maneras más gratificantes de demostrar y practicar tu Amor. Realizar un acto de bondad hacia alguien más, puede cambiar tu mal humor, tu pena o tus problemas cotidianos en segundos.

Al final, la búsqueda de la felicidad se asemeja a una carrera absurda de recompensa que nos hace creer que siempre nos espera algo para sentir felicidad o que nada es suficiente para llegar a ella. Pero la felicidad es solo una forma de vivir, está aquí y ahora en tí. No existe una fórmula exacta para sentirla. No tiene por qué ser un estado inmutable y constante. Pero podemos trabajar cada día en mantener el equilibrio, y la paz interior, porque en ellos entendemos que la felicidad no está fuera, sino dentro.