La prosperidad, cómo lograrla, es uno de esos temas que ha irrumpido con gran fuerza en el discurso social actual y que muchos de nosotros hemos incorporado rápidamente a nuestro vocabulario más común.

Sin embargo, ¿sabemos qué significa realmente tener prosperidad y cómo lograrla? ¿se trata de una meta asequible para cualquier persona?

En el artículo de este mes, me gustaría reflexionar sobre la idea de prosperidad para que podamos conectar con ella y disfrutarla sin obstáculos que nos lo impidan. Y, lo más importante, te voy a plantear un par de ejercicios muy potentes para que comiences a disfrutar de una vida próspera desde hoy mismo.

 

PROSPERIDAD, CÓMO LOGRALA: DIFERENCIA CON LA RIQUEZA

A menudo sucede que confundimos la idea de prosperidad con la de riqueza económica. Es muy común que cuando alguien hable de prosperidad, lo que en realidad tenga en la cabeza sean imágenes idílicas de vacaciones, coches, casas de lujo y muchos ceros en la cuenta corriente. Sin embargo, déjame comenzar rompiendo este mito tan arraigado como falso.

 

[bctt tweet=”La prosperidad no es más dinero ni más posesiones materiales.” username=””]

 

La prosperidad es bienestar, es abundancia, es tranquilidad. Y, sí, a veces para lograr cierto bienestar en nuestra vida, necesitamos ganar más dinero. Pero debemos entender que la riqueza económica es un medio, nunca un fin en sí mismo.

Por ello, cuando yo hablo de prosperidad en mis vídeos o conferencias, me refiero a un supuesto futuro en el que cada persona se sienta plena y capaz de cubrir sus propias necesidades individuales desde un estado de calma y certeza.

Recuerda que la prosperidad no puede alcanzarse desde el miedo, la rabia o el conflicto, sino que requiere confianza tanto en uno/a mismo/a como en el universo.

 

CONCRETANDO NUESTRA IDEA DE PROSPERIDAD.

No sé ti te habrás dado cuenta del matiz, pero un poco más arriba he hecho referencia a las necesidades individuales de cada persona. ¿Te das cuenta de que en ningún momento he mencionado cosas concretas? Pues bien, esta es una de las claves más importantes para conectar con la prosperidad: definir qué es exactamente para cada uno/a de nosotros/as.

Si bien es cierto que existen algunos parámetros universales como, por ejemplo, la salud o la seguridad alimenticia. En realidad, cada persona entenderá la prosperidad de acuerdo con sus propios valores e inquietudes. Por eso, me parece muy importante comenzar realizando un sencillo ejercicio que seguro sorprenderá a más de uno/a.

El ejercicio que te propongo es muy simple, se trata de que definas tu idea de prosperidad. Para ello, te puedes ayudar de las siguientes preguntas:

  • ¿Qué es para ti la prosperidad?,
  • ¿Cómo se materializa en tu vida?
  • ¿Qué sensaciones asocias a la idea de prosperidad?

Como siempre, yo te recomiendo que realices estos ejercicios por escrito. Sin embargo, también puedes hacerlos mentalmente mientras das un paseo o haces las tareas de la casa. Como tú te sientas más cómodo/a.

 

 

LA CLAVE: SOLTAR EXPECTATIVAS.

A menudo, cuando pensamos en prosperidad, se disparan nuestras expectativas. Es totalmente normal, el ser humano necesita agarrarse a ideas muy concretas que den sentido a su vida. Metas, solemos llamarles. Sin embargo, en muchos casos, estas metas (sobre todo cuando son materiales) nos generan una sensación de ansiedad que lejos de conectarnos con la prosperidad, nos alejan cada vez más.

Es por esta razón que me gustaría que te quedases con la siguiente idea: suelta expectativas, suelta propósitos, suelta todo aquello que te frena y limita tu felicidad. La vida no es una carrera con una meta que alcanzar. La vida ha de vivirse desde el hoy, desde el convencimiento de que el universo nos acompaña a lo largo de todo el camino velando por tu bienestar.

¿A qué esperas para ser feliz? ¿Para disfrutar de una vida próspera? ¿Qué es aquello que deseas con todas tus fuerzas? ¿Qué es lo que te impide hacerlo?

Piénsalo por unos instantes, seguro que sabes perfectamente qué es aquello que te limita. Pregunta a tu corazón qué es lo que te impide crecer. ¿Es el miedo? ¿El qué dirán? ¿La incertidumbre?

Sea como sea, has de soltar toda esta retahíla de creencias limitantes que te impiden avanzar en la vida y entender que la prosperidad aguarda a la vuelta de la esquina para aquellos y aquellas valientes que se atreven a confiar en su poder interior.

Una vez más, si te ayuda realizar este ejercicio sobre el papel, ¡no dudes en hacerlo! Escribe cuáles son aquellas creencias limitantes que te impiden alcanzar esa visión de vida feliz y próspera que resultaba del primer ejercicio. A continuación, escribe justo al lado qué acciones podrías poner en práctica hoy mismo para deshacerte de dichos obstáculos.

 

COMPARTIR ES VIVIR.

Espero que este artículo te haya ayudado a repensar tu vida, el presente y también el futuro. Seguro que algunas de las preguntas que en él planteo, te habrán removido por dentro e incluso te habrán forzado a cuestionarte actitudes o pensamientos muy arraigados en ti. Eso es buena señal. ¡Créeme!

Te animo a que realices los ejercicios con calma y a que le dediques tiempo a cada una de las preguntas que te formulo. De esa forma, lograrás conectar con la prosperidad que te mereces y disfrutarás de ella desde la confianza plena de que el universo está trabajando para que así sea.

Tómatelo como un reto, el tiempo apremia y ser feliz es un asunto urgente, ¡recuérdalo!

Tan solo quedan algunas semanas para terminar el año, así que no se me ocurre mejor momento para plantearte la necesidad de soltar todas aquellas expectativas que te mantienen paralizado/a y fluir libre con la energía de la vida.

Como siempre, te animo a que compartas tu experiencia, los resultados que hayas obtenido tras realizar los ejercicios que te he propuesto o incluso tu opinión sobre este tema en los comentarios de más abajo. Me encantará leerte y, si lo deseas, acompañarte en tu propio proceso con una mentoría más personalizada.

Espero que este tema sobre la prosperidad, cómo lograrla, te anime a seguir ese camino de experiencia lejos de la expectativa. Te envío un gran abrazo cuántico, Sami Osorio de Libertad Cuántica