¿Cuál es la misión de una persona? ¿Qué camino hemos de seguir? ¿Existe un destino ya marcado para cada uno de nosotros? ¿O todo depende de nuestras propias decisiones?

Seguro que estas preguntas te suenan. De hecho, seguro que alguna vez te las has hecho a ti mismo. Tarde o temprano, todos nos encontramos en uno de esos momentos de confusión en los que no sabemos muy bien por dónde tirar ni qué dirección tomar.

Pero no debes preocuparte, es completamente normal sentirse abrumado ante un futuro incierto y un presente aún más complejo. La buena noticia es que todos andamos navegando en el mismo vaivén existencial. Todos y cada uno de nosotros deseamos encontrarle el sentido a nuestras vidas y tener la oportunidad de poner nuestros talentos al servicio del universo.

LA VIDA, ¿UNA MISIÓN?

La vida no es una película de ciencia ficción y nosotros no somos guerreros con una misión de alto riesgo entre las manos. Esto es lo primero que debemos tener claro. No hemos venido aquí a pelear ni a demostrar nada. Somos seres de luz. Todos y cada uno de nosotros. No importa si vives tu vida con más pena o más gloria. Si consigues grandes logros o si tu día a día pasa sin levantar grandes revuelos. Tan solo por ser, ya te mereces todo el respeto y el reconocimiento del mundo.

No obstante, en este artículo he querido hablar sobre la misión porque hoy en día es un tema del que se habla mucho y que, a menudo, preocupa más de lo que debería. Lo veo todos los días en mi consulta y me gustaría ayudarte a hacer las paces con ese run-run que poco a poco crece en tu interior.

Recuerda que la vida es mucho más simple de lo que la hacemos la mayoría de las veces. Podemos luchar, podemos negar la realidad e incluso ignorar las cosas que nos suceden. Pero no hay nada como una buena dosis de aceptación y consciencia para vivir una vida más plena y satisfactoria. ¿Te animas?

LA MISIÓN DEL ALMA

Cuando se habla sobre la misión de vida, a mí me suele gustar distinguir entre la misión de nuestra alma y la misión de cada uno de nosotros a nivel individual. Por una parte, creo que existe una misión general a todas las almas. Esta misión consiste nada más y nada menos que en elegir entre el camino positivo o el negativo. Es decir, elegir entre el camino de la bondad o el de la maldad. Entre vivir desde el miedo o vivir desde el más puro amor.

Cuando estamos en nuestra misión del alma, todo cobra sentido. La vida se vive desde otro lugar, desde el agradecimiento y la convicción de que todo lo que nos pasa en la vida (lo bueno y lo menos bueno) es así porque el universo quiere que aprendamos las lecciones que nos corresponden.

De todo esto hablo muy a menudo en mis vídeos de YouTube. Si te interesa saber más, te animo a que visites mi canal. Allí encontrarás numerosas referencias a esta idea de la misión del alma.

Conecta con tu misión de vida y dale sentido a tu existencia.

 

LA MISIÓN INDIVIDUAL DE CADA PERSONA.

Sin embargo, por otra parte, también creo que todas las personas venimos al mundo con un propósito bajo el brazo. Esta misión individual es distinta en cada persona y dependerá en gran medida de nuestra historia, nuestro origen y las decisiones que hayamos ido tomando a lo largo de nuestra vida.

Cuando uno se conecta con su misión de vida, todo comienza a fluir en armonía y equilibrio. Es en estos momentos cuando nos damos cuenta de que todas nuestras vivencias nos llevan directamente a lo que hemos venido a hacer aquí. Sé que, a veces, es difícil aceptar que ciertos episodios traumáticos de nuestra vida también han sido necesarios e incluso imprescindibles, me atrevería a decir. La violencia, la pobreza, la soledad… todo ello forma parte del camino que muchos hemos tenido que atravesar para llegar a conectarnos con nuestra misión aquí en la Tierra.

En estos casos, no obstante, es importante que aprendamos a abrazarnos, a sostenernos y a amarnos. Algunas vivencias son muy duras y, si no se gestionan correctamente, pueden acarrear consecuencias muy dañinas a nivel emocional.

La buena noticia es que, hoy en día, existen un montón de personas dispuestas a acompañarte en este camino de encuentro y aceptación de tu propósito de vida. Sea a través de la práctica de la meditación, de la terapia psicológica o de la sanación cuántica que yo misma practico… lo importante es que tomes acción y te pongas manos a la obra. No hay nada peor que sentarse a ver la vida pasar, sin actuar, sin tomar decisiones… Por eso, te animo a que pidas ayuda a alguno de estos profesionales si sientes que has perdido el rumbo de tu vida y deseas volver a encontrarlo.

MI PROPUESTA PARA TI.

Si estás en uno de estos momentos en los que te sientes vacío, vulnerable y confundido acerca de tu futuro. Si no sabes quién eres o a dónde vas. O incluso si ya tienes más o menos claro cuál es tu misión de vida, pero deseas reafirmarte y llenarte de confianza. Entonces, te animo a que te tomes unos minutos y realices el ejercicio que te propongo a continuación.

Se trata de una meditación tan simple como poderosa que te ayudará a conectar con tu ser más profundo y averiguar qué es aquello que te corresponde aprender.

Antes de nada, deberás encontrar un momento del día tranquilo en el que no haya nada ni nadie que pueda interrumpirte. Siéntate cómodo en tu rincón favorito de casa y respira hondo un par de veces. Conecta con tu ser más profundo y libera todas las tensiones que hayas podido ir acumulando a lo largo del día. Para ello, es recomendable cerrar los ojos e intentar vaciar la mente de los pensamientos que van y vienen sin cesar.

Cuando hayas alcanzado cierto grado de calma y tranquilidad, cuando sientas el pecho libre de presiones y la cabeza vacía de pensamientos mundanos, te animo a que formules tres preguntas a Libertad Cuántica. Recuerda que tus preguntas han de ser muy concretas y deberán estar relacionadas con el tema que nos ocupa: la misión de vida.

Algunas personas prefieren realizar este ejercicio en silencio, con los ojos cerrados y sumidos en su propio flujo interno de sensaciones. Sin embargo, si te resulta más sencillo, también puedes hacerlo por escrito. A veces, escribir tus preguntas en un folio en blanco se convierte en un catalizador maravilloso de respuestas que nos llegan como un torrente de energía canalizado a través de nuestro cuerpo y sobre el papel.

Espero que este ejercicio te funcione tan bien como a mí y te animo a que compartas tus hallazgos con toda la comunidad a través de los comentarios de más abajo. Me encantará leerte y acompañarte en tu proceso.

Hasta aquí este mes con todo mi amor, Sami Osorio de Libertad Cuántica