Lo que te pasó, lo que te hicieron, lo que viviste… no son la causa de tus heridas. En realidad, es la oportunidad de tu sanación espiritual. La vida te da, a cada momento, la ocasión de perdonarte a ti mismo.

Cuando perdonas a los demás, te perdonas a ti mismo porque en ellos ves tu verdad.

Sami Osorio

¿Por qué es importante perdonarte a ti mismo?

Perdonarte a ti mismo es vital cuando hablamos de sanar. Tendemos a creer que nuestras heridas, y todo aquello que nos ocurre, tiene relación con lo externo. Sin embargo, eso no es real, al menos, no lo es desde un punto de vista de unidad.

Cuando creemos que lo de fuera nos puede dañar, o que podemos dañar a otros, le damos nuestro poder interior a lo externo. Así, nos desconectamos de nosotros mismos y del Creador (de la Vida), y entramos en dualidad.

Y, entonces ¿cuál es la causa de nuestro dolor?

La mayoría de las personas a las que atiendo en mis consultas son almas viejas que han venido a sanarse y sanar con la humanidad. Son almas en proceso evolutivo que desean, con todas sus fuerzas, vivir la intensidad de la Tierra. Desean crear un movimiento vital que les permita ayudar y superar muchos aprendizajes de golpe.

Esto es necesario para poder seguir creciendo y pasar al siguiente nivel, donde les espera un nuevo aprendizaje y tendrán la oportunidad de acercarse más a Dios.

Así pues, desde esa visión de la realidad, y comprendiendo que lo más importante es seguir creciendo o expandiéndose, nuestro alma crea un plan que le permite desarrollar en la Tierra una serie de vivencias. Vivencias que le llevarán a superar una serie de aprendizajes, en pro de su evolución.

Venir desde una densidad más evolucionada (con un nivel de conciencia mayor desde nuestra percepción lineal) a un mundo que no comprendemos, esa es la mayor causa de dolor.

Entonces… ¿Ésta no es la única causa de dolor?

No, no lo es. En primer lugar, no todas las personas de este planeta son almas viejas. Aunque la mayoría de las que están despertando y buscan una solución lo son, esto no es relevante a la hora de perdonarte a ti mismo. Es indiferente de qué densidad vienes o qué otras experiencias has vivido pues, al final, todos sentimos esa incomprensión interior.

Sin embargo, aunque la incomprensión sea el mayor de los catalizadores para todos, existen otros. Tras pasar por el velo del olvido e iniciar una etapa de amnesia, no olvidamos de manera completa. En nuestro interior sabemos que algo no fluye como debería. Y esto también causa dolor, incomprensión y, a su vez, rechazo por aquellos que ya se olvidaron de quiénes eran.

 

Perdonarte a ti mismo es una oportunidad de conectar con Dios y aprovechar el dolor como un acto de Amor que te permite encontrar el camino.

Así es como el niño comienza a vivir una serie de experiencias que le llevan a sentirse más y más separado de la Vida, de Dios, del Universo. Y estas experiencias le llevan a vivir la soledad, la culpa, el abandono…

Todas estas emociones generan un conflicto interno y una falta de amor. Y, como está aceptado y justificado socialmente, nos va generando nuevos síntomas y bloqueos que nos limitan en todas las áreas de nuestra vida.

Pero hay más…

Tengamos en cuenta que, antes de venir aquí, todos hemos tenido otras experiencias y hemos adquirido nuestra propia comprensión del mundo. Ésta, de una forma u otra, nos invita a comportarnos de una manera determinada durante nuestra vida. Si sumamos la incomprensión de la propia vida con la confusión que genera el no entendimiento de nosotros mismos y nuestros actos, nos encontramos con otro potente disparador de dolor.

Esto mismo ocurre con los patrones repetitivos que recibimos a través de nuestro linaje familiar. Estas memorias que nos limitan, nos dan la gran oportunidad de sanarnos. Lo veo cada día en las personas que trabajan con nuestro curso de linajes. Pero, por supuesto, si no las atendemos, nos causan desgaste y, de nuevo, una incomprensión que será otro disparador de dolor.

¿CÓMO sanar esa incomprensión que nos impide amarnos?

La mejor manera de sanar esa parte y perdonarte a ti mismo es mediante el diálogo interno. Esto nos permite comprendernos. Además, nos ayuda a tomar consciencia y buscar una verdad. Cada uno su verdad, pero una que resuene contigo y te ayude a gestionar tus recuerdos para poder superarlos.

Y por último, repetir frases como “me perdono por no saber hacerlo mejor”, “me perdono por no comprender el mundo que veo” o “me perdono por no comprender el dolor que hay en mí” e, incluso, “me perdono por no saber cuidarme y defender mis límites”. Estas frases te ayudarán a liberar el dolor y la culpa causados durante tanto tiempo.

¿CÓmo AMARTE a TI mismo?

La mejor manera de amarte es aceptarte y valorar cada paso que vas dando. Así como apreciar cada aprendizaje que vas adquiriendo y todo cuanto vas superando. Pero también, comprender tu incomprensión para perdonarte a ti mismo por ello.

Te invito a ver este vídeo donde hablo sobre cómo el Amor conoce lo que necesito donde te doy pistas para que logres fluir con la vida.

¡Comparte con Amor!

Sami Osorio de Libertad Cuántica